Aditivos y el menor consumo de carburante: ¿Sirven de algo?
Cada vez son más los lectores que preguntan por los aditivos que se comercializan para, supuestamente, mejorar la combustión y consumir menos a la vez que se obtiene más potencia. TotalEnergies y Seat para que nos sacan de dudas.
En el mercado existen muchos tipos de aditivos que pueden afectar al motor de una manera u otra. En este caso, nos vamos a centrar en los que se echan directamente en el depósito de nuestro vehículo. Y, aquí, podemos reducirlo a cuatro grupos
1.- Los aditivos que incluye el propio carburante
Cuando vamos a repostar a una determinada gasolinera, lo que estamos echando en el depósito del coche es un carburante que incluye un paquete de aditivos determinado. En el caso de la gasolina, se puede adquirir una gasolina de 95 y otra de 98 octanos, y ahí la diferencia principal es el nivel de octanaje. Para no extendernos en esto, con un octanaje mayor, es más fácil controlar el momento en el que se prende la mezcla de aire y gasolina que hay en el interior del cilindro, algo especialmente importante sobre todo en motores de gasolina de altas prestaciones o que van a ser sometidos a una conducción exigente.
Si hablamos de gasóleo, nos encontraremos con que suele haber un gasóleo normal y otro premium que cada marca llama de una forma. Carlos Belvis, de TotalEnergies, nos aclara la diferencia; “la base del gasóleo es la misma en ambos casos, pero cambia el paquete de aditivos.
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En los gasóleos premium se añade, entre otros, aditivos detergentes que evitan que la suciedad forme depósitos que terminen restando eficiencia al sistema de inyección y que, en el caso de motores con muchos kilómetros, también puede limpiar en cierta medida la suciedad ya depositada en el circuito de inyección. Esta limpieza afecta directamente al consumo de carburante. No es que el coche vaya a gastar menos, es que con este aditivo es más factible que el consumo sea igual de bajo que cuando el motor está nuevo.”
2.- Los aditivos que venden las grandes petroleras para profesionales
El propio Carlos Belvis comenta que empresas como TotalEnergies comercializan para profesionales “aditivos específicos, por ejemplo, para flotas de camiones. Aunque son motores diésel como los de los coches, son motores que funcionan con unas condiciones particulares. Por ejemplo, trabajan a menos revoluciones de lo que suele hacerlo un coche con motor diésel. Y, además, el consumo de un tráiler es muchísimo más elevado que el de un turismo.
Por eso, en TotalEnergies se ha desarrollado un paquete de aditivos que les vendemos para que ellos mismos lo mezclen con el gasóleo A. Obteniendo con esa mezcla un gasóleo PREMIUM como el que nos venden en la gasolinera. Su uso, siguiendo las indicaciones de mezcla, puede llegar a darnos un ahorro de combustible de un 3% y, en algún caso, de un 5%. Eso, en una flota de 100 camiones que gastan de media 35 L/100 km y que igual recorren 60.000 km cada uno al año, es un ahorro muy considerable en la factura de compra del gasóleo. Sin embargo, para un turismo de uso particular, no tiene tanto sentido, pues no se recorren los kilómetros suficientes ni el consumo es tan elevado”.
3.- Los aditivos que utilizan los talleres en determinadas circunstancias
Nos referimos a los aditivos que se emplean por ejemplo para limpiar los inyectores, y que en los talleres pueden echar de forma preventiva a unos determinados kilómetros o bien cuando se nota alguna leve anomalía en el funcionamiento del motor que pueda estar relacionada con la suciedad en el sistema de inyección. Son productos caros y no recomendables para utilizar de forma habitual, por lo que su uso sólo es interesante siempre y cuando lo recomiende un taller especializado.
4.- Los aditivos que puedes adquirir tú mismo y echarlo en tu coche directamente
Llegamos así a los “productos milagro” que vemos en plataforma online como Amazon o tiendas del automóvil y que prometen un aumento de potencia, una reducción del consumo, menor ruido… En el caso de la gasolina, no tienen demasiado sentido. En el caso del diésel, por lo que hemos comentado de la acumulación de suciedad, sí podría tenerlo… pero con demasiadas reservas.
Carlos Belvis, de TotalEnergies, explica que: ”Mi recomendación es informarse y preguntar a un mecánico de confianza, que seguramente los ha utilizado. Ellos podrán recomendarles marcas de confianza y productos que ellos hayan utilizado con buenos resultados. Respecto a su rentabilidad, esta solo es buena si hacemos muchos kilómetros al año y, normalmente, en España un coche no suele llegar a los 20.000 kms”.
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Analicémoslo con un ejemplo práctico. ¿Cuánto vas a bajar el consumo? Supongamos que lo bajamos un 10%, que es mucho teniendo en cuenta que Carlos Belvis comentaba que ellos, en la mayoría de los casos, llegaban a un 3% en motores con muchos kilómetros. Y que, en realidad, no es que bajen el consumo, es que recuperan ese 3% de más que consume el motor por la acumulación de suciedad a lo largo de los kilómetros. Bien, vayamos al extremo. Tenemos un coche que gasta 6 L/100 km y reducimos el consumo un 10% (que va a ser que no), así que estaríamos ahorrando 0,6 L/100 km.
Si el coche tiene 60 litros de depósito (con los que podría recorrer 1.000 km), el ahorro por depósito sería de 6 litros por depósito. A 2,10 euros/litro de gasóleo, hablamos de un ahorro de 12,60 euros por depósito. Si eso es lo que nos estamos gastando en el aditivo (hemos visto alguno por unos 8 euros, pero la mayoría rondan se mueven entre 12 y 15 euros, y también los hay por mucho más dinero), estaríamos saliendo “lo comido por lo servido”, que se dice vulgarmente. Y eso, insistimos, suponiendo que el ahorro de carburante es de un 10%, que no va a llegar a serlo.
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Carlos Belvis sigue con su explicación. “El segundo aspecto a analizar es que nosotros en nuestro aditivo de profesionales mejoramos el índice de cetano, lo que facilita la combustión y, con ello, se ayuda a disminuir el consumo de carburante. Siempre cumpliendo la norma del gasóleo A, la EN 590, el que nos venden en la gasolinera.
Esto es muy importante, dado que los motores salen preparados para consumir este producto. Si al aditivar nos salimos de los parámetros de la norma, podemos afectar negativamente a la mecánica. Hay que tener en cuenta que las averías de inyección son muy caras de reparar. Por ello es muy importante, en caso de usar aditivos, leer la información que nos proporcionan y seguir las instrucciones sobre la cantidad de aditivo a mezclar con el gasóleo”. N. de la R.: sustituir cuatro inyectores y la bomba de un common rail puede superar ampliamente los 3.000 euros de reparación.
Llegados a este punto, desde el Centro Técnico de Seat y Cupra en España nos hablan sobre el uso de este tipo de aditivos. Su respuesta ha sido tan breve cómo tajante; “No recomendamos echar nada al depósito que no sea el propio carburante del surtidor. Los desarrollos de los motores ya están optimizados para el tipo de combustible recomendado en cada caso”.Esto quiere decir que los motores de nuestros coches diésel están preparados para funcionar con el gasóleo normal o con el premium, cuyo extra en aditivos no obrará milagros pero, a largo plazo, sí puede ayudar a mantener el consumo original del coche. Por tanto, y teniendo en cuenta todas estas valoraciones, podemos concluir con que el empleo de estos aditivos no es especialmente rentable por un lado. Ademas hay que tener cuidado con lo que estamos echando exactamente. En resumen, mejor dejarse de inventos salvo que así lo recomiende expresamente un profesional en la materia.
